Un proyecto de ordenanza propone que las travestis sean registradas en los hospitales con sus nombres de la vida real, para evitar la discriminación. El subsecretario de Salud del municipio se opuso y desató una polémica pero, ante la consulta de Crítica de la Argentina, el jefe comunal lo desautorizó y respaldó la iniciativa.
Un proyecto de ordenanza para que los centros de salud de La Matanza respeten los nombres de las personas trans disparó una polémica en el distrito más importante del conurbano.El concejal Edgardo Lobos (Coalición Cívica) se hizo eco del reclamo de travestis y transexuales y propuso que el sistema de salud público municipal tratara a las personas trans con el nombre que usan socialmente y no con el que figura en sus DNI, es decir, que les den el turno, les abran la historia clínica y las llamen como se llaman en la vida real. "La atención en los hospitales siempre fue expulsiva. La humillación que significa ser llamadas con nombre de varón en la sala de espera y soportar las burlas, inclusive de algunos enfermeros y médicos, hace que las travestis no vayan a atenderse aunque estén enfermas. Cuando nos internan, nos mandan a la sala de varones, y hay situaciones de maltrato físico y psicológico", denuncia Diana Sacayán, vecina de La Matanza y líder del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación.El proyecto de ordenanza establecía que "el personal de los unidades sanitarias deberá llamar por el nombre adoptado a las personas travestís, transexuales y transgénero que asistan como pacientes". La identificación en la historia clínica, sin embargo, incluiría el número de documento, o podría usarse un registro codificado similar al que se utiliza para los análisis de vih, para cumplir con los requerimientos legales. La norma propuesta se basaba en una resolución del ex ministro de Salud de la provincia, Dr. Claudio Mate, que establecía esta forma de tratamiento para los centros de salud provinciales, y en las experiencias de ciudades como Rosario y Morón. "La resolución de Mate no se cumple", denuncia sin embargo Sacayán. El ex ministro había aprobado la realización de campañas de difusión y concientización para garantizar el cumplimiento de la norma, pero con el cambio de gobierno provincial todo quedó a mitad de camino.—¿Pudieron conversar este tema con el actual ministro Zin?—Nunca nos atendió. Desde la propia Secretaría de Derechos Humanos de la provincia nos pidieron que habláramos con él porque a ellos no les daba bola, pero nunca conseguimos que el ministro nos reciba.
MARCHE UNA MINUTA. El proyecto de Lobos tuvo que sortear la curiosa técnica legislativa que funciona en La Matanza. Si bien se trataba de un proyecto de ordenanza, la Comisión de Salud lo transformó en una "minuta de comunicación". El significado del procedimiento es poco claro. Según Lobos, lo que hace el oficialismo con algunos proyectos es, en vez de votarlos como ordenanzas, aprobar minutas de comunicación que van al Ejecutivo. El intendente las revisa y, si está de acuerdo, se sigue adelante. Si no, va a archivo. "En La Matanza no hay división de poderes", denuncian desde la Coalición Cívica. El intendente Espinoza, en diálogo con este diario, rechaza la acusación: "Lobos está equivocado o está jugando a la política. La minuta de comunicación es una decisión de una intencionalidad menor".El texto aprobado por unanimidad por el Concejo, pese a que en sus vistos y considerandos se presenta como una "ordenanza", está titulado como "minuta de comunicación", y establece que se gire el expediente al Ejecutivo para que "arbitre los medios para garantizar el respeto a la identidad de género adoptada por travestis y transexuales, en el momento que se presenten como pacientes en las dependencias sanitarias locales, evitando situaciones de discriminación".Sin embargo, al recibir la minuta, el subsecretario de Salud, Juan Incocciati, objetó su aplicación, realizando observaciones técnicas. "Son excusas, el verdadero motivo es la presión de la Iglesia", denunciaron las travestis. Todo el consenso alcanzado en el Concejo parecía derrumbarse. "La Presidenta y el intendente inauguran hospitales en La Matanza y nosotras nos preguntamos: ¿para quiénes son? Para nosotras no. Nos estamos muriendo y estos tipos no se dan cuenta", advierte Diana Sacayán. El viernes, varias organizaciones locales (Miser, MAL, Jóvenes por la Diversidad) convocaron a una protesta callejera contra el dictamen de Incocciati.
¿FINAL FELIZ? Crítica de la Argentina se comunicó con el Ejecutivo municipal para pedirle su versión de los hechos, y luego de ese llamado se produjo un giro inesperado. Desde Prensa del municipio pidieron tiempo para consultar con el intendente. Al día siguiente, Espinoza desautorizó a su subsecretario de Salud y les dio la razón a las travestis."Yo no estaba enterado de lo que había sucedido. Incocciati es un excelente subsecretario de Salud, pero evidentemente sobe este tema no entiende nada. Yo no había visto su dictamen, pero es una locura total. Yo estoy completamente de acuerdo con el proyecto que presentó Lobos, aunque creo que el concejal quiso utilizar este tema políticamente", sostuvo Espinoza en diálogo telefónico con este diario.—¿Usted nos puede confirmar entonces que este proyecto de ordenanza va a contar con el respaldo del oficialismo? —preguntó este diario.—Ya me comuniqué con los concejales del bloque oficialista para expresarles mi opinión. En el transcurso de las próximas dos sesiones el proyecto se va a aprobar como ordenanza. Si no, yo mismo presento un proyecto desde el Ejecutivo. Las travestis saben que pueden contar conmigo, como cuando era concejal. Lo que reclaman es lógico y estoy estudiando lo que se hizo en Rosario para tomarlo como modelo.
EL DERECHO AL NOMBRE. "El problema de fondo es la falta de una ley de identidad de género. Si se aprobara nuestro proyecto, todas estas discusiones —que acompañamos porque son avances importantes— no serían necesarias, porque las personas trans tendrían un DNI con sus nombres", afirma Esteban Paulón, dirigente de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans y secretario del bloque socialista en la Cámara de Diputados de la Nación. El proyecto de la Federación, presentado por la diputada Silvia Augsburger, establece que cualquier persona trans podrá solicitar el cambio de sus datos registrales, para que se rectifique la partida de nacimiento y se emita un nuevo DNI, en el que figuren el nombre y el sexo de la vida real. La iniciativa cuenta con las firmas de diputados y diputadas del oficialismo y la oposición y Augsburguer está reclamando que se incluya en la agenda parlamentaria antes de fin de año.Mientras el Congreso decide qué hacer, las estadísticas muestran que las travestis tienen en la Argentina una esperanza de vida promedio de 32 años, producto de la exclusión social, educativa, laboral y sanitaria. La discriminación y la falta de oportunidades empujan a la mayoría a la prostitución como único medio de supervivencia. "Nos están condenando a muerte", denuncian las travestis, pero su voz todavía no consiguió llegar al recinto de sesiones del Congreso.
FUENTE: CRITICA DE LA ARGENTINA, por Bruno Bimbi.
Un proyecto de ordenanza para que los centros de salud de La Matanza respeten los nombres de las personas trans disparó una polémica en el distrito más importante del conurbano.El concejal Edgardo Lobos (Coalición Cívica) se hizo eco del reclamo de travestis y transexuales y propuso que el sistema de salud público municipal tratara a las personas trans con el nombre que usan socialmente y no con el que figura en sus DNI, es decir, que les den el turno, les abran la historia clínica y las llamen como se llaman en la vida real. "La atención en los hospitales siempre fue expulsiva. La humillación que significa ser llamadas con nombre de varón en la sala de espera y soportar las burlas, inclusive de algunos enfermeros y médicos, hace que las travestis no vayan a atenderse aunque estén enfermas. Cuando nos internan, nos mandan a la sala de varones, y hay situaciones de maltrato físico y psicológico", denuncia Diana Sacayán, vecina de La Matanza y líder del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación.El proyecto de ordenanza establecía que "el personal de los unidades sanitarias deberá llamar por el nombre adoptado a las personas travestís, transexuales y transgénero que asistan como pacientes". La identificación en la historia clínica, sin embargo, incluiría el número de documento, o podría usarse un registro codificado similar al que se utiliza para los análisis de vih, para cumplir con los requerimientos legales. La norma propuesta se basaba en una resolución del ex ministro de Salud de la provincia, Dr. Claudio Mate, que establecía esta forma de tratamiento para los centros de salud provinciales, y en las experiencias de ciudades como Rosario y Morón. "La resolución de Mate no se cumple", denuncia sin embargo Sacayán. El ex ministro había aprobado la realización de campañas de difusión y concientización para garantizar el cumplimiento de la norma, pero con el cambio de gobierno provincial todo quedó a mitad de camino.—¿Pudieron conversar este tema con el actual ministro Zin?—Nunca nos atendió. Desde la propia Secretaría de Derechos Humanos de la provincia nos pidieron que habláramos con él porque a ellos no les daba bola, pero nunca conseguimos que el ministro nos reciba.
MARCHE UNA MINUTA. El proyecto de Lobos tuvo que sortear la curiosa técnica legislativa que funciona en La Matanza. Si bien se trataba de un proyecto de ordenanza, la Comisión de Salud lo transformó en una "minuta de comunicación". El significado del procedimiento es poco claro. Según Lobos, lo que hace el oficialismo con algunos proyectos es, en vez de votarlos como ordenanzas, aprobar minutas de comunicación que van al Ejecutivo. El intendente las revisa y, si está de acuerdo, se sigue adelante. Si no, va a archivo. "En La Matanza no hay división de poderes", denuncian desde la Coalición Cívica. El intendente Espinoza, en diálogo con este diario, rechaza la acusación: "Lobos está equivocado o está jugando a la política. La minuta de comunicación es una decisión de una intencionalidad menor".El texto aprobado por unanimidad por el Concejo, pese a que en sus vistos y considerandos se presenta como una "ordenanza", está titulado como "minuta de comunicación", y establece que se gire el expediente al Ejecutivo para que "arbitre los medios para garantizar el respeto a la identidad de género adoptada por travestis y transexuales, en el momento que se presenten como pacientes en las dependencias sanitarias locales, evitando situaciones de discriminación".Sin embargo, al recibir la minuta, el subsecretario de Salud, Juan Incocciati, objetó su aplicación, realizando observaciones técnicas. "Son excusas, el verdadero motivo es la presión de la Iglesia", denunciaron las travestis. Todo el consenso alcanzado en el Concejo parecía derrumbarse. "La Presidenta y el intendente inauguran hospitales en La Matanza y nosotras nos preguntamos: ¿para quiénes son? Para nosotras no. Nos estamos muriendo y estos tipos no se dan cuenta", advierte Diana Sacayán. El viernes, varias organizaciones locales (Miser, MAL, Jóvenes por la Diversidad) convocaron a una protesta callejera contra el dictamen de Incocciati.
¿FINAL FELIZ? Crítica de la Argentina se comunicó con el Ejecutivo municipal para pedirle su versión de los hechos, y luego de ese llamado se produjo un giro inesperado. Desde Prensa del municipio pidieron tiempo para consultar con el intendente. Al día siguiente, Espinoza desautorizó a su subsecretario de Salud y les dio la razón a las travestis."Yo no estaba enterado de lo que había sucedido. Incocciati es un excelente subsecretario de Salud, pero evidentemente sobe este tema no entiende nada. Yo no había visto su dictamen, pero es una locura total. Yo estoy completamente de acuerdo con el proyecto que presentó Lobos, aunque creo que el concejal quiso utilizar este tema políticamente", sostuvo Espinoza en diálogo telefónico con este diario.—¿Usted nos puede confirmar entonces que este proyecto de ordenanza va a contar con el respaldo del oficialismo? —preguntó este diario.—Ya me comuniqué con los concejales del bloque oficialista para expresarles mi opinión. En el transcurso de las próximas dos sesiones el proyecto se va a aprobar como ordenanza. Si no, yo mismo presento un proyecto desde el Ejecutivo. Las travestis saben que pueden contar conmigo, como cuando era concejal. Lo que reclaman es lógico y estoy estudiando lo que se hizo en Rosario para tomarlo como modelo.
EL DERECHO AL NOMBRE. "El problema de fondo es la falta de una ley de identidad de género. Si se aprobara nuestro proyecto, todas estas discusiones —que acompañamos porque son avances importantes— no serían necesarias, porque las personas trans tendrían un DNI con sus nombres", afirma Esteban Paulón, dirigente de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans y secretario del bloque socialista en la Cámara de Diputados de la Nación. El proyecto de la Federación, presentado por la diputada Silvia Augsburger, establece que cualquier persona trans podrá solicitar el cambio de sus datos registrales, para que se rectifique la partida de nacimiento y se emita un nuevo DNI, en el que figuren el nombre y el sexo de la vida real. La iniciativa cuenta con las firmas de diputados y diputadas del oficialismo y la oposición y Augsburguer está reclamando que se incluya en la agenda parlamentaria antes de fin de año.Mientras el Congreso decide qué hacer, las estadísticas muestran que las travestis tienen en la Argentina una esperanza de vida promedio de 32 años, producto de la exclusión social, educativa, laboral y sanitaria. La discriminación y la falta de oportunidades empujan a la mayoría a la prostitución como único medio de supervivencia. "Nos están condenando a muerte", denuncian las travestis, pero su voz todavía no consiguió llegar al recinto de sesiones del Congreso.
FUENTE: CRITICA DE LA ARGENTINA, por Bruno Bimbi.
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