En la Legislatura bonaerense, pretenden que ese mecanismo de negociación alcance a los trabajadores comunales. En tanto, en el Congreso Nacional, una propuesta busca asegurarles un piso salarial. En La Matanza, un proyecto de resolución apoya la sanción de las otras dos iniciativas.
La (o)posición de los intendentes del Conurbano.
“Es una lucha”. Bien podría resumirse con la frase que inmortalizó Carlín en Amigos son los Amigos la disputa que se libra en la provincia de Buenos Aires para que se establezca, para los trabajadores municipales, el mismo régimen de paritarias que rige para el sector privado.Actualmente, en la Cámara de Diputados bonaerense, está pendiente de tratamiento una iniciativa elaborada por el legislador del Frente para la Victoria (FpV) Héctor García que promueve la instrumentación de las “paritarias municipales”. A su vez, en el Honorable Concejo Deliberante (HCD) de La Matanza, el edil de la Coalición Cívica Edgardo Lobos presentó un proyecto de resolución que apoya la sanción provincial de la propuesta impulsada por un hombre de las filas oficialistas.La odisea municipalEl 28 de diciembre de 1995, en el contexto de una Argentina enamorada del neoliberalismo, el Parlamento provincial sancionó la ley 11.757, con la que los trabajadores municipales resignaron muchas conquistas, desde el nivel de antigüedad hasta los días por enfermedad. Además, esa normativa puso en disponibilidad a todos los municipales, tornándolos susceptibles de ser despedidos con tan solo mediar un decreto de intendencia. La disposición empezó ser implementada el 1º de enero de 1996. Hasta aquel momento, cada comuna fijaba las distintas relaciones con el trabajador, como antigüedad, estabilidad, vacaciones y aguinaldo. Pero esa ley provincial dejó sin efecto todas las ordenanzas y vulneró gran parte de los derechos conquistados. Así, por ejemplo, los regímenes de antigüedad, de tres, cuatro y hasta cinco por ciento por año -de acuerdo a la comuna-, fueron rebajados al uno por ciento.A esta altura del partido, la derogación de esa legislación se ha convertido en una demanda histórica de los municipales.La batalla parlamentariaEl diputado Héctor García, autor de la iniciativa provincial, tiene varias cartas credenciales en el arco gremial: es secretario adjunto de la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (FESIMUBO) -cuyo titular es el matancero Juan Carlos Sluga- y secretario general de los municipales a nivel nacional. En diálogo con uno, expresó: “Hace dos años presenté, por un lado, la derogación de la 11.757 y, por otro, el llamado a paritarias. Estos proyectos quedaron unificados en uno que salió con despacho favorable de la Comisión de Asuntos Municipales”.Entre otros elementos trascendentes, la propuesta de García modifica el régimen de vacaciones, retrotrayéndolo al sistema de días hábiles (en lugar de corridos). En idéntico sentido, amplía la licencia por enfermedad y propende a una mayor estabilidad en el empleo. Finalmente, afirma que es indispensable asegurar un ingreso para el personal municipal que no esté por debajo del salario mínimo, vital y móvil. Este punto se enlaza a la perfección con un proyecto de ley en el Congreso Nacional (ver: “En pie...”) del diputado Sluga, a la sazón, líder del Sindicato de Trabajadores Municipales de La Matanza (STMLM).El diputado García reafirmó que la pretensión es que su proyecto “vaya a votación en el recinto”. ¿Por qué las trabas? es el gran interrogante. “La mayoría del bloque está de acuerdo, pero algunos intendentes del Conurbano se oponen. Presionan a los legisladores para que esto no se vote”, dispara el legislador. En ese sentido, apunta que los intendentes fueron convocados el pasado 23 de julio por el titular del cuerpo, Horacio González, para interiorizarse del tema. Solo acudieron tres jefes comunales: Alberto Descalzo (Ituzaingó), Osvaldo Amieiro (San Fernando) y Luis Acuña (Hurlingham). “Dijeron que traerían una propuesta para después de las vacaciones de invierno, pero nunca supimos nada más”, relató el diputado.Lo cierto es que, justo cuando la propuesta parecía cerca de llegar al recinto, se acordó abrir un compás de espera (que se extenderá, por lo menos, hasta octubre) para generar una nueva ronda de consultas, reclamada -ahora- por los propios intendentes, que miran con recelo toda iniciativa susceptible de hacerlos perder poder de decisión y pretender salvaguardar a toda costa la autonomía municipal.Mientras tanto, desde La Matanza, un concejal también mete presión para que se instrumente el régimen de negociación colectiva para los municipales. Inesperadamente, no reviste filas en el oficialismo, sino que se enrola en la opositora Coalición Cívica. Se trata del edil Edgardo Lobos, quien, en declaraciones a este semanario, ratificó: “Dejamos expresada nuestra adhesión al proyecto presentado en la Cámara de Diputados bonaerense”. En su argumentación, el concejal asegura que el proyecto provincial brinda a los municipales “un piso mínimo de protección, tanto en materia salarial como en condiciones de trabajo”.El proyecto está actualmente en la Comisión de Interpretación y Reglamento del HCD. Fue girado allí luego de que el edil intentara tratarlo sobre tablas en la sesión ordinaria realizada a fines de agosto. El hombre del FpV ya devolvió gentilezas. “Son muy importantes todos los avales que logremos”, manifestó García a este medio.Los trabajadores municipales están muy atentos al desenlace de esta historia.
FUENTE: UNO
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