Sábado 14 de febrero (día de los enamorados), 7hs, mas de cien efectivos de la policía con perros y caballos irrumpieron salvajemente contra cien familias jóvenes del Nicole que habían ocupado un predio abandonado, el cual no cumplía ninguna función social ni comercial. Estos jóvenes peleándole a la vida y a todos los gobiernos que tienen como única política, la exclusión sistemática, solo pretendían un lugar, donde instalarse y tener lo que todos tenemos derecho, a una vivienda.
Solo son jóvenes que aún no han perdido las ganas de pertenecer a esta sociedad. Una sociedad, la cual, un gobierno pretende dirigir con un discurso progresista y una aplicación de la política absolutamente neoliberal, con todas las condiciones despóticas que debe reunir. Un gobierno que lo hace solo para los medios de información, formadores de opinión; como dijo en España la señora Cristina Fernández, el periodismo ocupa el primer o segundo lugar en el poder de nuestra República.
Esta actitud no es frívola, es la esencia de una manera de gobernar, solo existe lo que aparece en los medios, lo censurado no puede ser conocido por lo tanto no existe. El despido de Nelson Castro de Radio del Plata es el ejemplo de esto, en este gobierno progresista vale más, las ganancias de los amigos kirchneristas que la libertad de expresión, el discurso para millones no condice con la aplicación para los afectados.
Tantos planes estratégicos difundidos para resolver la faltante de viviendas y a la hora de resolver, solo hay represión para los más vulnerables. Cuantas casas se podrían levantar con el costo del operativo llevado adelante el día “del amor y la amistad”, ¿cuanto pagamos por más de cien efectivos bonaerenses, más de veinte caballos con sus jinetes, centenares de cartuchos de postas de goma, las atención de todos los heridos en las salas, horas de vuelo de helicópteros, perros, veinticinco patrulleros (de los que nunca aparecen cuando los llamamos), ocho colectivos para transportar los policías, cuatro camiones para llevar caballos, dos ambulancias, máquinas retro-excavadoras y el jornal de la Delegada municipal que presenció todo el operativo? ¿Cuanto pagamos para que estos jóvenes con su familia sigan hacinados en las casas de sus padres? ¿ Cuál es la preocupación de los gobernantes?
Este no es el país que soñamos, queremos que todos nuestros jóvenes tengan las mismas oportunidades, poder estudiar, trabajar y desarrollarse como ciudadanos; nosotros queremos esto; ellos quieren que la desigualdad se profundice.
Solo son jóvenes que aún no han perdido las ganas de pertenecer a esta sociedad. Una sociedad, la cual, un gobierno pretende dirigir con un discurso progresista y una aplicación de la política absolutamente neoliberal, con todas las condiciones despóticas que debe reunir. Un gobierno que lo hace solo para los medios de información, formadores de opinión; como dijo en España la señora Cristina Fernández, el periodismo ocupa el primer o segundo lugar en el poder de nuestra República.
Esta actitud no es frívola, es la esencia de una manera de gobernar, solo existe lo que aparece en los medios, lo censurado no puede ser conocido por lo tanto no existe. El despido de Nelson Castro de Radio del Plata es el ejemplo de esto, en este gobierno progresista vale más, las ganancias de los amigos kirchneristas que la libertad de expresión, el discurso para millones no condice con la aplicación para los afectados.
Tantos planes estratégicos difundidos para resolver la faltante de viviendas y a la hora de resolver, solo hay represión para los más vulnerables. Cuantas casas se podrían levantar con el costo del operativo llevado adelante el día “del amor y la amistad”, ¿cuanto pagamos por más de cien efectivos bonaerenses, más de veinte caballos con sus jinetes, centenares de cartuchos de postas de goma, las atención de todos los heridos en las salas, horas de vuelo de helicópteros, perros, veinticinco patrulleros (de los que nunca aparecen cuando los llamamos), ocho colectivos para transportar los policías, cuatro camiones para llevar caballos, dos ambulancias, máquinas retro-excavadoras y el jornal de la Delegada municipal que presenció todo el operativo? ¿Cuanto pagamos para que estos jóvenes con su familia sigan hacinados en las casas de sus padres? ¿ Cuál es la preocupación de los gobernantes?
Este no es el país que soñamos, queremos que todos nuestros jóvenes tengan las mismas oportunidades, poder estudiar, trabajar y desarrollarse como ciudadanos; nosotros queremos esto; ellos quieren que la desigualdad se profundice.
Por Jorge Lazarte. Mesa Social de la Coaliciòn Cìvica La Matanza
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