viernes, 12 de diciembre de 2008

¿A que viene Zin a La Matanza?

Es indignante. Para los que vivimos en este municipio, los que recorremos. Los que pasamos horas, padeciendo el frío y el calor, para conseguir un turno en alguna sala salud. Los que padecemos las inundaciones, los que sufrimos la contaminación. Los que bebemos el agua con miedo, sabiendo de su grado de contaminación. A nosotros, los matanceros, escuchar a este hombre, con su alto grado de ignorancia en temas sanitarios en general y de la situación local en particular, nos duele.

¿De que habla el Ministro? ¿A que se refiere, cuando asegura que las salas de atención primaria son “importantes” ? ¿No sabe del faltante de médicos que tenemos en la Matanza, fruto del presupuesto de miseria que nos entrega la Provincia? ¿Desconoce que en La Matanza se encuentra la población mas vulnerable del conurbano, y que por tal motivo el Estado debe estar mas presente que nunca? ¿O acaso, todavía, cree que es una estrella del Grupo Hadad?

Señor Ministro, administrar la Salud en la Provincia de Buenos Aires es más importante y delicado que recomendar las innovaciones del Grupo Bagó. Entienda que las “luces televisivas” se apagaron. Es hora de tomar con responsabilidad su trabajo, no hablamos de puntos de rating o del nivel de ganancia de importantes laboratorios. La cuestión es de vida o muerte, es de garantizar un futuro mejor o perpetuar al pueblo en la miseria y el abandono.

En Matanza estamos cansados de escuchar promesas incumplidas, mientras que día a día mueren niños, jóvenes y ancianos por la ausencia del Estado. Un Estado mal administrado que no vela por el interés del pueblo sino por el de unos pocos.

Frente a la crisis Sanitaria y ambiental que atraviesa La Matanza no necesitamos Ministros o Gobernadores “Estrellas”. Es hora que los elegidos por el pueblo y sus ministros entiendan que el Estado está para ser administrado en beneficio del pueblo. Un viejo General de la Nación dijo “Mejor que prometer es realizar”. Por el bien del pueblo recuerden al General siempre, no solo cuando necesitan sus votos.

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